Hoy, con el ritmo de vida que llevamos. La congelación es nuestra mejor aliada en la cocina, más aún en estos tiempos inciertos que hacen que queramos salir menos, o a veces más, pues comprar es nuestro mejor pretexto para salir de casa.
Ahora, antes de pensar en comprar y llegar directo a congelar nuestros alimentos hay muchos factores que debemos contemplar. Lo primero que hay que tener en cuenta cuando estamos en el mercado o súper, es el cálculo de lo que compraremos para que hagamos cero desperdicio y de verdad rinda cada ingrediente a su máximo potencial. ¡No vayamos a comprar con antojo pues puede provocar un resultado garrafal! Tanto para el desperdicio como para nuestra cartera.
Una vez habiendo comprado todo, normalmente llegamos a casa y así como viene todo empacado del mercado lo congelamos, refrigeramos o almacenamos. Pero esto, ¡no necesariamente es lo ideal! Comúnmente, los empaques de carnes, pollo, pescados y ciertos otros alimentos, guardan mucho aire en su interior, espacio y esto lo debemos de evitar. Esto provocará que el alimento se escarche, seguramente lo han visto antes cuando un alimento en el congelador se cubre con hielito. Entonces, ¿cómo evitamos esto? Muy simple, se deben empacar al vacío los ingredientes, esto significa que hay que sacarles todo el aire para evitar que se forme la escarcha y el alimento se queme, se cueza. Porque sí, el frio también cuece.
El segundo punto que es importantísimo contemplar, es que debemos de porcionar los alimentos tal cual como pensamos consumirlos, en cantidad y preparación. Así evitamos desperdiciar o que el alimento que comamos ya no se encuentre en el mejor estado. ¡Eso sí! Les tengo que decir que en un mundo ideal, deberíamos de comprar todo fresco, diario y cocinarlo y consumirlo ese mismo día, pues la congelación también quita ciertos nutrientes del alimento y puede llegar a cambiar algunas características del mismo. Aunque sé que esto es muy difícil pues al ritmo que vivimos hoy en día, es complicadísimo lograrlo y por eso todas estas herramientas nos permiten alargar la vida de los alimentos y eficientar nuestros tiempos. Pero he de decirlo, hay personas que sí lo hacen diario para recibir íntegra la calidad y el aporte del alimento.
Otro punto a contemplar es que dentro del congelador, la distribución debe de ser inteligente pues hay algunos alimentos más frágiles que de acomodarlos mal pueden sufrir estragos, como los camarones, ciertos pescados y algunos quesos.
Algo importante es que sepamos perfectamente qué alimentos entraron en qué fecha y poder así llevar un sistema de consumo responsable y acorde con los tiempos a respetar. Este sistema se conoce como PEPS, Primeras Entradas Primeras Salidas, y es una maravilla en la que se acomodan los alimentos según su fecha de congelación para que puedan ir saliendo cronológicamente de los primeros a los últimos.
Y termino diciéndoles el punto indispensable de la congelación, que en sí, no es la congelación, sino todo lo contrario, la descongelación. Al descongelar se debe de mantener una cadena de frio en la que el alimento vaya subiendo de temperatura lentamente y jamás dejar un alimento a temperatura ambiente por más de 2 horas, y menos al sol. Recordemos que las bacterias se reproducen con el calor, la humedad, el oxígeno y otros factores que si no los cuidamos, podemos comer alimentos que se encuentren en muy mal estado.
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