
En el corazón de Querétaro, donde la majestuosa Peña de Bernal se erige como un silente guardián de historias y tradiciones, se encuentra Olivo Tinto, un restaurante que promete una experiencia culinaria inolvidable bajo la batuta de la Chef Ana Martorell. Este lugar no es solo un restaurante, sino un escenario donde se fusionan arte, cultura y gastronomía, ofreciendo a cada visitante una vista espectacular y un menú que es un tributo a la rica herencia culinaria de México.
Un entorno mágico
Olivo Tinto se distingue no solo por su comida, sino también por su ubicación privilegiada. Situado a los pies de la Peña de Bernal, el tercer monolito más grande del mundo, ofrece a los comensales vistas impresionantes que transforman cada comida en una experiencia mística. El diseño del restaurante complementa esta belleza natural con una decoración que equilibra lo rústico con lo moderno, creando un ambiente acogedor y elegante que invita a relajarse y disfrutar.

La filosofía culinaria de la Chef Ana Martorell
La Chef Ana Martorell, conocida por su enfoque innovador y su pasión por los ingredientes locales, lleva la cocina de Olivo Tinto a nuevos niveles de creatividad y excelencia. Su filosofía se centra en respetar la tradición mientras se experimenta con técnicas contemporáneas, lo que resulta en platos que son tanto familiares como sorprendentes.
El menú de Olivo Tinto es un reflejo de esta filosofía, con platos que utilizan ingredientes frescos y locales, muchos de ellos cultivados en los alrededores de Bernal. Desde entradas delicadas hasta postres innovadores, cada plato es una obra de arte culinario que busca celebrar y revitalizar las recetas tradicionales mexicanas.
Platos imperdibles
Entre los platos destacados del menú se encuentra el mole de la casa, una receta que la Chef Martorell ha perfeccionado con un toque personal y único. Otro favorito es el ceviche de cactus, que ofrece una explosión de sabor fresco y es una muestra del ingenio de Martorell al incorporar elementos de la flora local en sus creaciones.
No menos importante son las carnes cocidas a la perfección, acompañadas de salsas que utilizan chiles y especias locales, mostrando la riqueza de la tierra queretana. Y para cerrar con broche de oro, los postres como el flan de elote ofrecen un dulce final a una comida excepcional.
Olivo Tinto no es solo un destino para los amantes de la buena comida, sino también para aquellos que buscan experiencias que conecten el paladar con el corazón y la vista. La Chef Ana Martorell ha creado un espacio donde cada bocado es un homenaje a México, su tierra y su gente. Visitar Olivo Tinto es mucho más que disfrutar de una comida; es participar en una celebración de la vida, la cultura y la belleza natural de Bernal.
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